Los sabores del Greco. Luis Jacinto García Gómez
Un viaje culinario por el Mediterráneo del Greco: Candia (Creta), Venecia, Roma y Toledo.
Los sabores del Greco puede entenderse como el relato de la imaginaria conversación de sobremesa acontecida tras una animada cena de verano en compañía del pintor en la que salen a relucir sus recuerdos gastronómicos. Entre otros, los aromas y particularidades de las cocinas que conoció en su itinerario vital a través del Mediterráneo: la de su Creta natal, bucólica y campestre; la de Venecia y la de Roma, refinadas y joviales; y la de Toledo, sazonada y mudéjar. En esta historiada ciudad pasó el Greco la mayor parte de su vida, más de treinta años en los que comió como un toledano de su época y de su condición social. Un tipo de mesa que L. Jacinto García reconstruye con claridad y rigor: olla podrida, berenjenas, casquería los sábados, pescado cecial y lentejas los viernes, aves y carnero castrado los domingos y grandes festividades, salpicón no pocas noches Platos y costumbres pero también gustos y modales en la mesa que estaban empezando a cambiar, a desprenderse de sus reminiscencias medievales. A partir de finales del siglo xvi, en efecto, se inició una pausada transformación culinaria que inauguraba el camino hacia la modernidad...